Son justamente esos sentimientos encontrados los que siento ante los medios de comunicación, radio y televisión, que tanto me han dado y quitado a lo largo de tantos años de trayectoria. A pesar de que me afano en comenzar y recorrer otras profesiones, al final, la vocación me arrastra hacia la profesión que amo: la radio, la televisión, la animación deportiva y popular.
Cuando estoy a punto de tirar la toalla, cuando más desanimado estoy porque no encuentro nada, llega la oferta de empleo que andaba buscando meses y vuelvo a caer en las redes del ámbito audiovisual, tan atractivo como sin espectativas, tan bonito como mal pagador e inestable.
Yo nací para hacer radio, para crear programas de televisión, para ponerle música a la gente y que se divierta, y para hacerme oir alla dónde quiera que esté.
A dia de hoy no tengo identidad profesional: lo único a lo se puede acceder en una ciudad como Valencia es a trabajar como teleoperador, como comercial con una condiciones regulares o algo similar. Es lo que ofrece la ciudad antes y en la actualidad.
Desde 1994 que empezé en este mundo, me he llevado alegrias y satisfacciones personales por mi trabajo, también muchos engaños de empresas, como Canal 23 Tele Jaén (no pagaba) o Radio Surco (engañado éticamente como un niño con gran perjuicio por mi parte). También empresas en las que me crié como profesional con grandes jefes con una empatía increible (Cadena Dial Sierra, Localia Televisión Priego de Córdoba, Nuevo Sur Radio, ...), grandes amigos de la profesión como Diego Ortiz (de Onda Colombina Radio) o Luis David Ruiz´(Punto Radio Jaén), Antonio Galisteo (producción externa Canal Sur TV), etc.
Llevo casi 4 años en la ciudad del Turia y no he sido capaz de estar en ninguna empresa audiovisual, ni trabajando gratis como colaborador. La centralización en Madrid de las radio formulas y la inestabilidad de las televisiones locales, además del poco capital con el que cuentan, ha sido la causa fundamental. Reducción del número de locutores, cambios en los programas, poco dinero, es el abc de las emisoras de radio y cadenas de televisión locales y comarcales.
Hace dos meses, me surgió una oferta de trabajo -radio- en Castilla La Mancha, la aventura fue satisfactoria, pero acabó antes de lo previsto; allí echaba de menos a quien mas quería y quiero en este mundo, mi novia Daria, pero amaba lo que hacia.
Ahora, 75 dias después, tengo y duermo al lado de quien mas amo, Daria, pero mi vida profesional ha muerto,:soy feliz de poder vivir en una ciudad tan luminosa y bella como Valencia, pero estoy triste por no poderme dedicar a lo que más me gusta: los medios de comunicación.
Pensarás mientras lees, que hay muchas personas que no se dedican a lo que quisieran profesionalmente, pero yo lo necesito y es una energia vital que ahora no está en mi; cuando cada mañana daba los "buenos dias" a mis oyentes, o me dedicaba a impulsar la musica joven en la televisión, a realizar un magazine o a producir un programa musical.
Me doy cuenta que hablo en pasado, un pasado que me gustaria que fuera presente.
Quizás, en compañía de mi novia, dentro de unos meses, me marche a Madrid a probar suerte en la capital de España; no sé si alli podré desarrollar mi trayectoria profesional en los medios de comunicación, existe un panorama desalentador por la coyuntura económica, pero lo intentaré, al menos para conformarlo como hobby personal que me permita crecer como persona dia a dia.
No sé si para mi es suficiente lo que para otras personas lo es.
No me miro desde fuera, escribo con la pasión que creo que aun conservo intacta. El deseo, el objetivo, la fuerza y el tesón, espero que sean suficientes, una vez más, para no desanimarme, y acceder al mundo comunicativo que creo me merezco por lucha, incombustión personal y convicción propia.
No necesito grandes televisiones, ni coches, ni tener una casa en propiedad, ni gastarme 300 euros en ropa en una tarde: solo deseo acercarme a la pequeña felicidad que supone el poder besar cada noche a Daria y poder expresarme cada dia delante de un micrófono o una cámara de televisión.
A veces, mis críticas en este blog son feroces, duras y sin pelos en la lengua porque creo en ellas, también pienso que pueden estar influenciadas por mi frustración (¿por qué no decirlo?) profesional.
Prometo seguir dando guerra aunque no haya campo de batalla.
Hasta la próxima.
